Cualquiera que pretenda hacerse llamar “entendido” en el mundo multimedia sabe que en la actualidad hay una red social que destaca entre toda su amplia competencia. Hoy en el blog de V3rtice, agencia de publicidad en Barcelona, vamos a adentrarnos un poquito más en el popular mundo de Instagram. ¿Influencer? ¿Instahistoria? ¿Hashtag? ¿Instalive? Dejémonos de tanto vocabulario y comencemos.
Instagram es una red social creada en el año 2010, actualmente propiedad de Facebook –que al mismo tiempo es su rival más cercano- y que consiste en la subida de fotos y vídeos con diferentes filtros. Por lo general este material audiovisual va a parar a perfiles personales, aunque en la actualidad se han incorporado otras herramientas dentro de la web como las imágenes que desaparecen en 24 horas, los mensajes privados entre usuarios y las retransmisiones de vídeo en directo. Todo esto es la teoría pero ¿dónde está el secreto de esta red que vuelve locos a usuarios de todas las generaciones?
Desde luego, en V3rtice nos encantaría saber dónde está la clave del éxito de esta red, pero desgraciadamente no es el caso. Lo que sí se sabe es que una de sus claves es que las marcas han sabido introducir su publicidad de una manera menos invasiva que en el resto de redes. Por ejemplo, la existencia de una parte de los usuarios que gracias a su popularidad y a su contenido elaborado han sabido crear una nueva y demandada profesión, ha ayudado considerablemente. Los influencers a día de hoy poco serían sin las marcas que los patrocinan detrás y sin la colaboración con agencias de publicidad creativa.
Además de todo este tipo de publicidad más “encubierta”, encontramos una posibilidad que ha encantado a las agencias de publicidad. Es el contenido propio de la marca, que se puede administrar a través de un perfil. El funcionamiento de los anuncios en Instagram está asociado a los Facebook Ads, por lo que es necesario un perfil en esta red. Se basan en la idea de promover interacciones (como likes, comentarios, envíos de mensajes privados) con la publicación de una imagen o vídeo a la que se dará prioridad en el feed del usuario. De este modo, se garantiza que las marcas –y las principales agencias de publicidad que gestionan este tipo de perfiles- deban crear un contenido mínimamente interesante si desean tener éxito entre su público objetivo.
