Como agencia especializada en asesoría y comunicación de Barcelona, estamos acostumbrados a diseñar planes estratégicos para empresas que siempre empiezan con un Brainstorming o lluvia de ideas. Esta técnica grupal es muy útil, puesto que facilita el surgimiento de nuevas ideas de manera más fluida que si se hace de forma independiente.
Hoy en V3rtice hablaremos sobre la importancia de esta herramienta y daremos algunos consejos sobre cómo crear un Brainstorming efectivo. En un mundo empresarial tan competitivo, resulta complicado tener ideas originales y creativas. Por ello, es vital crear un ambiente alejado de las prisas del día a día, que permita a un conjunto de personas expresar sugerencias.
La lluvia de ideas nos permite, pues, desarrollar la creatividad que tenemos más escondida, plantear soluciones alternativas y discutir conceptos con los que antes nos hubiésemos conformado. Pero para que esta técnica funcione, se deben establecer una serie de normas y seguir unas recomendaciones previas.
Antes de empezar una sesión, los participantes deben definir unos objetivos o problemas que resolver. Así, unos objetivos mal diseñados pueden llevar a malas ideas que no sirven para nada. Además, se debe establecer un tiempo límite dependiendo de la magnitud del grupo o alternativamente un límite de ideas. Pasado ese tiempo, es probable que las ideas se repitan o la mayoría sean absurdas.
Por otro lado, es importante dar confianza a los presentes para que se animen a compartir sus sugerencias y no tengan miedo a expresar malas ideas. Una buena manera de hacer que se sientan cómodos, es empezar con una presentación de los participantes que creará un clima más fluido, o también organizar algún juego para romper el hielo.
Una vez empezado el Brainstorming, debe haber alguien que se encargue de anotar las propuestas en una hoja o en una pizarra, para que todo el mundo las vea. Todas las ideas se deben anotar sin crítica alguna y cuando termina el tiempo se seleccionan las que más gustan a través de un diálogo constante. La idea que más guste será la que mejor solucione el problema.
De esta manera, la lluvia de ideas estimula un ambiente de colaboración en el trabajo y también fomenta la creatividad de los trabajadores. Un buen Brainstorming generará soluciones eficaces que seguramente no se hubiesen pensado de forma individual.